Post 1: Los 30 son los nuevos 20
He escuchado esa frase en varias ocasiones, como tratando de darle un nuevo giro a esta década.
Pero ¿qué tiene de malo entrar a los 30?
Cuando las personas piensan que se están acercando a cumplir los 30 o ya los cumplieron, ya son viejos y les salen canas.
Bueno, hay que aclarar que las canas te pueden salir en cualquier momento y no en una edad específica.
Me falta menos de 2 meses para darle otra vuelta al sol, pero en esta ocasión celebraré las 30 vueltas que ya he dado.
30 años de pura aventura, adrenalina, risas, llantos, gratos recuerdos, historias escritas y hasta algunas inconclusas.

En base al miedo que incurre llegar a esta edad y te confieso que en algún momento lo sentí, hoy quiero compartir mis motivos por la cual esos miedos, preocupaciones o dudas han desaparecido y he aceptado que esta nueva etapa que viviré será mejor que los pasados 29.
Para mí, existen un sin fin de fundamentos por los cuales agradecer y celebrar lo que estos 30 años serán, pero solo compartiré con ustedes 5 razones de por qué los 30 son los nuevos 20 para mí.
Ninguna de estas razones son comprobada científicamente y mucho menos le aplican o sean ciertas para todo el mundo.
Cuando salimos de la escuela superior y entramos a la universidad, nuestra vida cambia en su totalidad.
Conocemos nuevas personas, nuevas maneras de pensar y todo eso va desarrollando quienes somos.
Aunque tenemos unos planes ya establecidos para nuestras vidas, como lo es graduarnos de la universidad, conseguir un buen trabajo, casarnos y tener una familia, no siempre es así.
Los nuevos 20 que vivo en estos 30 que se acercan me llenan de ilusión, energía, motivación y de muchas ganas de conquistar al mundo.
- Disfruto y aprecio los pequeños detalles
Durante toda mi vida he dejado pasar por alto aquellas cosas que me llenan y me hacen sentir bien, pero poco a poco he aprendido a estar quieta, guardar silencio y observar mi alrededor.
Gozar de una buena conversación.
Saborearme rico un café.
Sentir en mi piel el atardecer y la arena en mis pies.
Dejar de quejarme y sonreír, me demuestran que la vida va más allá de lo que yo puedo pensar.

- Me agrada la idea de continuar estudiando y aprendiendo
Nunca pensé que estudiar me gustara.
Aprender cosas nuevas es como una meta para mí, no para luchar por un mejor puesto (ojalá) sino para sentirme realizada en algo que me llena.
Continuar aprendiendo te dará la oportunidad de vivir nuevas experiencias y oportunidades y para eso estoy, para recibir todo lo bueno que la vida me ofrece.
Gracias a Dios, a mi familia y esxs amigxs que han estado siempre para mí, culminé mi maestría.
¿Seguiré por algo más?

- Tus prioridades cambian
Durante mi bachillerato, admito que gastaba el dinero en cosas innecesarias, pero ya no es así.
Compraba artículos que no eran importantes o incluso solo los utilizaba una sola vez.
Invertir en uno no es malo pero las cosas materiales no te definen como persona.
Aun me gusta comprar, no lo niego, pero siempre está la pregunta en mi cabeza, de si realmente lo necesito.
Trato de cuidar mucho en que invierto mi dinero y ahora mis prioridades en la vida son otras.
Últimamente he estado pensando y preguntándome ¿qué he hecho con mi vida? ¿Estoy satisfecha?
Y la respuesta es no, no estoy satisfecha.
No todo es trabajar y pagar el carro.
Todavía hay más, mucho más.

- Te agrada tener tus momentos de soledad
Mientras pasan los años, disfrutas de esos momentos de quietud, silencio y soledad.
Con esto no me refiero que rodearme de personas no me guste, al contrario, me encanta estar rodeada de personas que me hagan reír, me hagan crecer como persona y me hagan sentir amada, pero más disfruto tener mis momentos a solas.
Algo que hacía, pero hace tiempo no lo hago es treparme al techo de mi casa con una sábana, una libreta y un lápiz o bolígrafo.
Ahí escribí mis mejores historias, mis mejores recuerdos.
Tiempo para mí y para lo que amo hacer, escribir.
- No te arrepientes de nada de lo que has vivido y aprendes de tus experiencias
En algún momento si me arrepentí de no haber hecho tal cosa o pude haber evitado vivir alguna mala experiencia, pero a lo largo de este tiempo he aprendido y agradecido por cada una de las malas decisiones que he tomado.
Experiencias que me enseñaron que sigo siendo humana, que tengo muchos defectos pero que también tengo miles de virtudes y que esas virtudes me hacen ser quien soy.
Jamás llegaré a ser perfecta ni mucho menos, pero celebro cada tropiezo que he tenido porque me he sabido levantar, sacudido mis rodillas y continuar mi camino.
Camino de altas y bajas, de bellos atardeceres y aromas espectaculares.
Legna ❤
Pendientes al próximo mes para que continúes descubriendo, ¿qué tienen los 30?
Fotos por: José A. Hernández Olavarría
Localidad: Hatillo, Puerto Rico

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