Este es el típico «slogan» que escuchamos e incluso cantamos cuando nuestro equipo favorito está dando el todo en un juego.
Desde el 20 de septiembre de este año, Puerto Rico está dando su mejor esfuerzo en este juego de la naturaleza llamado, Huracán María.
Desde el 1998, no presenciábamos un huracán de tan alta categoría y que nos haya impactado de tal manera como lo fue María.
A pesar de que era una niña, tengo leves recuerdos de los daños que produjo George a nuestra isla, pero jamás olvidaré lo que dejó esta catástrofe.

Después de la tormenta, llega la calma y sí, llegó la calma rodeada de hogares sin techo, casas inundadas, árboles y postes de electricidad en el suelo.
Días sin agua y en total oscuridad.
Damos gracias a Dios por que ya pasó y porque estamos vivos, pero lloramos por lo que hemos perdido como país y como pueblo.
Un día a la vez
Ese es el lema que me dije a pocos días del paso de María y continúo recordándomelo todo el tiempo.
El sol caliente ya alumbra por toda la casa, no hay luz, no hay agua, hay poca o ninguna comunicación, pero estamos vivos.
Las personas salen de sus casas, conversan con sus vecinos y comparten de lo poco que tienen con los demás.
Manos trabajadoras y solidarias contribuyen a que el país poco a poco salga de esta.
Flores coloridas comienzan a florecer y adornar nuestro alrededor, aun en la destrucción.

Los colores de mi bandera hondean al compás del viento en varias casas de mi pueblo.
Aún quedan fuerzas, aún nos queda esperanza, aún quedan las ganas de levantarnos, aún nos queda amor por nuestra comunidad, por nuestra isla, por nuestra gente.
Puerto Rico, no desesperes y sécate las lágrimas, vienen las nuevas fuerzas, las nuevas oportunidades, las nuevas esperanzas, la nueva fe en que daremos el todo para continuar, volver a comenzar.
¡Puerto Rico yo voy ti!
No todo es perdidas, no todos es fango, agua sucia, no todo es falta de gasolina o de electricidad.
Aún hay más.
Hay más cosas por hacer, más por cantar, más por crear, más por leer, más por escribir, más por amar.

Levántate y reverdece
Si miras a tu alrededor aún continúan mucha vegetación seca, sin hojas, pero también ves aquella que comienza a florecer otra vez con un poco de color y llena de vida.
El cantar de los pajaritos en la mañana y del coquí y grillos en la noche, llena de música mis días.
Continuemos esperanzados, continuemos confiando en que esto pronto pasará, que nos levantaremos como pueblo, conscientes de que todos estamos en la misma situación y que tenemos que estar unidos.
Seamos como esos árboles que aun en medio de muchas sacudidas, caídas, nuestras hojas se hayan ido, volveremos a florecer, a ser más fuertes que antes.

Mi bandera sigue siendo azul, roja y blanca.
Mi bandera sigue hondeando con la brisa del viento.
Mi bandera sigue siendo el símbolo esperanzador ante esta situación.
Reverdece y vístete con tu mejor sonrisa, con tus ganas de trabajar, de servir, de ayudar, de decir presente y extenderles la mano a nuestros vecinos.
Por tu familia, por tu pueblo, por tu país.


Replica a chelinortiz Cancelar la respuesta